No hay aquí certezas. Hay un deseo y la escritura que permea el horizonte; sensación sin cuerpo. Cierta experimentación de sentidos que podrían volverse posibles. (Una piedra que se arroja sobre las aguas del futuro.) Digo sentidos -y no significaciones-. No se trata de explicar sino de permanecer atentas: oír y dejarse hablar, dejarse hacer por el lenguaje. Escribir historias que se conecten entre sí -no mediante un hilo-, sino más bien un tejido, cualquier punto de una trama que dé nacimiento a una narrativa propia, anudada a las precedentes en una conversación. Que dialogue también con las cosas que crecen en el monte mientras se rasga, en todas las aguas que se evaporan y regresan. Un movimiento posible, a contracorriente deesta época de miseria.
Como esperar el retorno de los humedales tiempo después de la sequía.
Las historias necesitan un lugar:
Ariana se sumerge en el agua indestructible.
La templanza del río la envuelve. Por primera vez no tiene miedo;
está aprendiendo a nadar.
Sabrina Barrego
No hay aquí certezas. Hay un deseo y la escritura que permea el horizonte; sensación sin cuerpo. Cierta experimentación de sentidos que podrían volverse posibles. (Una piedra que se arroja sobre las aguas del futuro.) Digo sentidos -y no significaciones-. No se trata de explicar sino de permanecer atentas: oír y dejarse hablar, dejarse hacer por el lenguaje. Escribir historias que se conecten entre sí -no mediante un hilo-, sino más bien un tejido, cualquier punto de una trama que dé nacimiento a una narrativa propia, anudada a las precedentes en una conversación. Que dialogue también con las cosas que crecen en el monte mientras se rasga, en todas las aguas que se evaporan y regresan. Un movimiento posible, a contracorriente deesta época de miseria.
Como esperar el retorno de los humedales tiempo después de la sequía.
Las historias necesitan un lugar:
Ariana se sumerge en el agua indestructible.
La templanza del río la envuelve. Por primera vez no tiene miedo;
está aprendiendo a nadar.
Sabrina Barrego